¿Conoces estas alertas de lo que puede suceder en la vida de las personas si obedecen el deseo de sólo acumular y perseguir cosas materiales?
Un buen bolso, unos buenos zapatos, una cena, una buena botella de vino, una crema para la cara, un masaje en un spa… otro pent-house, una casa nueva, otra casa de vacaciones, otro carro de lujo, más rápido, más nuevo… ¡hay tantas cosas que podemos comprar para satisfacer un deseo que solo nos brindará un placer momentáneo!
Pero… ¿hablar de dinero? ¡WAKALA! ¡Qué tema tan horrible, complicado, engorroso, difícil, triste, profundo, incómodo, innecesario!
A veces invertimos tanto de nosotros para satisfacer placeres momentáneos, y por eso nos acostumbramos a vivir de momento en momento. ¿Sabes algo? el vivir así es extenuante, porque nunca encontrarás descanso para tu alma.
El problema radica en el querer lidiar con situaciones profundas, pero de manera superficial. Eso es como si quisieras curar un cáncer con dos pastillas para el dolor de cabeza.
Lo mismo pasa con el dinero. Hay un problema profundo al que le pones curita (band-aid) y te conformas con vivir igual que los demás, endeudado, sin esperanza, intranquilo, inseguro, sin propósito, cansado, sin poder dormir bien y comparándote con el que tiene un poquito más que tú.
El dinero puede ser esa curita que, por pocas horas, pocos días o pocos meses produce un efecto de placebo o saciedad momentánea pero cuando aquello que un día era nuevo hoy ya paso de moda, regresa ese sentimiento de inconformidad.
Años atrás, vivía en este desasosiego e inconformidad que me llevó a acumular una deuda ¡cerca del millón de dólares! Siete años más tarde y después de haberla cancelado, te puedo compartir CON TODA CERTEZA que, los problemas existenciales no se resuelven con dinero, sino con decisiones radicales.
¡Aprende a decir no a la gratificación inmediata! En una era donde todo es ¡ya! y ahora es difícil, pero no imposible. Dominar nuestros deseos y aprender a esperar para comprar algo que no necesitamos, es uno de los grandes indicadores que estas madurando.
¿Cómo lograrlo? Te dejo estos 3 tips…
- Deja de vivir de placer en placer: los placeres son momentáneos y también son como una montaña rusa: tienen altos y bajos. Invierte tu tiempo buscando trascendencia. Por ejemplo, ¿cómo tu vida está impactando positivamente a otra persona o causa social?
- Trabaja en ti: los problemas personales no resueltos a tiempo son una marca que afectará nuestra actitud ante la vida. Tenemos que resolver nuestro pasado si no queremos repetir patrones de conducta destructiva. No fue hasta que hice las paces con mi pasado y abracé el hecho que cada momento doloroso o traumático fue un ladrillo que me ayudó a construir la plataforma donde, desde hoy cuento mi historia. ¿Está todo resuelto? Por supuesto que no, aún estoy sanando, aun sigo perdonando, aun sigo trabajando en mí. ¿Cuándo terminaré? ¡Nunca!, porque cada momento de tristeza o fracaso es una escuela para crecer y madurar.
- Lo importante es no buscar en el dinero o en las cosas “tu curita para el alma”. Tu serás saciado en la medida que puedas ser sanado. ¿Cuánto dinero es suficiente para ti? ¿Cuán grande quieres tu casa, cuán caro deseas que tu vehículo sea?…
Para ayudarte a responder esta pregunta, estoy a una llamada a tu alcance…ya que en algún momento de tu vida tendrás que tener esta cifra en mente; de lo contrario, seguirás encontrando un nuevo reto o una nueva cúspide a la que tal vez llegues, pero probablemente lo hagas con muchas cosas a tu alrededor, pero con pocas personas para disfrutarlas.
Ten presente esto: “Hay dos formas de manejar al dinero: o tú lo controlas a él o, él terminará controlándote a ti”