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¿Conoces qué es la sabiduría y cómo aplicarla en nuestra maternidad?

Mis dos hijos

… ¡uno tan grande!: Danny (@brakoofficial en Instagram), el otro tan niño: David. A uno le enseño hacer presupuestos, con el otro juego carritos y legos; a uno lo espero cuando sale con los amigos hasta la madrugada, el otro nos despierta en la madrugada para hacerle panquecas. A uno le estoy enseñando cómo tratar a su esposa (porque ya está en esa etapa de joven adulto), y el otro (mi bebé) me dice que yo soy su esposa… (¡Les confieso que eso me derrite!).

Dos agendas, dos generaciones, dos extremos. Sin embargo, una gran responsabilidad y un gran honor poder entregarle a esta sociedad hombres íntegros y que amen a Dios apasionadamente.

La sabiduría es una herramienta maravillosa y accesible que solo Dios puede brindar ilimitadamente. ¿Qué es la sabiduría? ¿Cómo la adquiero? Pues, la Biblia es clara con este punto en el libro de Proverbios que, por cierto, fue inspirado por Dios y escrito por Salomón, uno de los hombres más ricos y sabios de la historia:

Todo el que quiera ser sabio debe empezar por obedecer a Dios”

 

Proverbios 1:7 TLA.

            Así que, la sabiduría es obediencia y la adquirimos a través de una constante relación con Dios.  

Si alguno de ustedes no tiene sabiduría, a syl a Dios. Él se la da a todos en abundancia, sin echarles nada en cara.”

Santiago 1:5 TLA

 

Constantemente, sobre todo en mis tiempos de quietud, suelo orar o meditar y entre mis frases constante pido a Dios: “Padre, enséñame a obedecerte, enséñame a ser una mujer sabia, enséñame a ser mamá.  Para poder enseñar obediencia a mis hijos o para transmitir sabiduría tengo que ser obediente, ya que no puedo exigirles a mis hijos ser sabios (obedientes) sin yo serlo.”

El enseñarles sabiduría empieza por mi capacidad de YO obedecer primero. Obviamente, es retador y difícil; a todos, de una forma u otra, se nos hace difícil ser obedientes.

 

TIPS: Les doy una clave que he aprendido en esos días difíciles cuando mi hijo mayor tiene un ataque de rebeldía o cuando mi hijo menor tiene una pataleta en el supermercado.  A veces es mejor callar, y de cierta forma “orar” o pedir a Dios en silencio ¿Qué hacer en ese caso específico?

Cuando hemos caminado en obediencia y hemos pedido por esa sabiduría, ya sea para resolver las “pataletas” de los hijos o problemas más complejos, llegaremos a comprender la importancia de pedir a Dios sabiduría y ver cómo nos empodera con ella en los momentos difíciles de nuestra maternidad.

Por eso ¡te animo a apartar un tiempo de tu día! para que pidas a Dios mucha sabiduría para amar, cuidar e instruir a tus hijos.

Una vez al año celebramos el Día de las Madres, pero yo quiero celebrar a mis hijos, ¡sí, a ellos!, porque me han enseñado la fuerza del amor incondicional, el ser menos egoísta y a depender de Dios como nunca para obedecer.

Si no sabes por donde comenzar, ya sea porque se te haga difícil el apartar ese tiempo para ti o tener una relación personal con Dios, estoy a una llamada a tu alcance… podemos lograrlo juntas…

Ten presente esto: “No podemos dar lo que no tenemos como tampoco podemos exigirles a nuestros hijos lo que no le modelamos. La sabiduría es la llave que abre el corazón de nuestros hijos para enseñarles a vivir en integridad.

Soy Ithamar Urdaneta ... coach financiera, autora y speaker

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